Capítulo I
He aquí, pues, el principio de cuando se dispuso
hacer al hombre, y cuando se buscó lo que debía entrar en la carne del
hombre.
Y dijeron los Progenitores, los Creadores y Formadores, que se llaman Tepeu y
Gucumatz: "Ha llegado el tiempo del amanecer, de que se termine la obra y que aparezcan
los que nos han de sustentar, y nutrir, los hijos esclarecidos, los vasallos civilizados;
que aparezca el hombre, la humanidad, sobre la superficie de la tierra." Así
dijeron.
Se juntaron, llegaron y celebraron consejo en la oscuridad y en la noche;
luego buscaron y discutieron, y aquí reflexionaron y pensaron. De esta manera
salieron a luz claramente sus decisiones y encontraron y descubrieron lo que debía
entrar en la carne del hombre.
Poco faltaba para que el sol, la luna y las estrellas
aparecieran sobre los Creadores y Formadores.
De Paxil, de Cayalá, así
llamados, vinieron las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas.
Estos son los
nombres de los animales que trajeron la comida:1 Yac [el gato de monte], Utiú [el
coyote], Quel [una cotorra vulgarmente llamada chocoyo] y Hoh [el cuervo]. Estos cuatro
animales les dieron la noticia de las mazorcas amarillas y las mazorcas blancas, les dijeron
que fueran a Paxil y les enseñaron el camino de Paxil.
Y así
encontraron la comida y ésta fue la que entró en la carne del hombre creado,
del hombre formado; ésta fue su sangre, de ésta se hizo la sangre del hombre.
Así entró el maíz [en la formación del hombre] por obra de los
Progenitores.
Y de esta manera se llenaron de alegría, porque habían
descubierto una hermosa tierra, llena de deleites, abundante en mazorcas amarillas y
mazorcas blancas y abundante también en pataxte y cacao, y en innumerables zapotes,
anonas, jocotes, nances, matasanos y miel. Abundancia de sabrosos alimentos había en
aquel pueblo llamado de Paxil y Cayalá.
Había alimentos de todas
clases, alimentos pequeños y grandes, plantas pequeñas y plantas grandes. Los
animales enseñaron el camino. Y moliendo entonces las mazorcas amarillas y las
mazorcas blancas, hizo Ixmucané nueve bebidas, y de este alimento provinieron la
fuerza y la gordura y con él crearon los músculos y el vigor del hombre. Esto
hicieron los Progenitores, Tepeu y Gucumatz, así llamados.
A
continuación entraron en pláticas acerca de la creación y la
formación de nuestra primera madre y padre. De maíz amarillo y de maíz
blanco se hizo su carne; de masa de maíz se hicieron los brazos y las piernas del
hombre. Unicamente masa de maíz entró en la carne de nuestros padres, los
cuatro hombres que fueron creados.
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Notas de Adrián Recinos:
1 Echá, comida, alimento. Cuando se trata del hombre, echá es el
maíz cocido y molido que era la comida corriente del indio americano, y que los
quichés pensaban lógicamente que había servido para formar a los
primeros hombres.