Capítulo III
En seguida fueron aniquilados, destruidos y deshechos
los muñecos de palo, recibieron la muerte.
Una inundación fue producida
por el Corazón del Cielo; un gran diluvio se formó, que cayó sobre las
cabezas de los muñecos de palo.
De tzité se hizo la carne del hombre,
pero cuando la mujer fue labrada por el Creador y el Formador, se hizo de espadaña11
la carne de la mujer. Estos materiales quisieron el Creador y el Formador que entraran en su
composición.
Pero no pensaban, no hablaban con su Creador, su Formador, que
los habían hecho, que los habían creado. Y por esta razón fueron
muertos, fueron anegados. Una resina abundante vino del cielo. El llamado Xecotcovach
llegó y les vació los ojos; Camalotz vino a cortarles la cabeza; y vino
Cotzbalam y les devoró las carnes. El Tucumbalam llegó también y les
quebró y magulló los huesos y los nervios, les molió y desmoronó
los huesos.
Y esto fue para castigarlos porque no habían pensado en su madre,
ni en su padre, el Corazón del Cielo, llamado Huracán. Y por este motivo se
obscureció la faz de la tierra y comenzó una lluvia negra, una lluvia de
día, una lluvia de noche.
Llegaron entonces los animales pequenos, los
animales grandes, y los palos y las piedras les golpearon las caras. Y se pusieron todos a
hablar; sus tinajas, sus comales,12 sus platos, sus ollas, sus perros, sus piedras de
moler,13 todos se levantaron y les golpearon las caras.
-- Mucho mal nos
hacíais; nos comíais, y nosotros ahora os morderemos -- les dijeron sus perros
y sus aves de corral.14
Y las piedras de moler: -- Eramos atormentadas por vosotros;
cada día, cada día, de noche, al amanecer, todo el tiempo hacían
holi, holi, huqui, huqui nuestras caras, a causa de
vosotros.15 Este era el tributo que os pagábamos. Pero ahora que habéis dejado
de ser hombres probaréis nuestras fuerzas. Moleremos y reduciremos a polvo vuestras
carnes, les dijeron sus piedras de moler.
Y he aquí que sus perros hablaron y
les dijeron : -- ¿Por qué no nos dabais nuestra comida? Apenas
estábamos mirando y ya nos arrojabais de vuestro lado y nos echabais fuera. Siempre
teníais listo un palo para pegarnos mientras comíais.
Así era
como nos tratabais. Nosotros no podíamos hablar. Quizás no os diéramos
muerte ahora; pero ¿por qué no reflexionabais, por qué no pensabais en
vosotros mismos? Ahora nosotros os destruiremos, ahora probaréis vosotros los dientes
que hay en nuestra boca: os devoraremos, dijeron los perros, y luego les destrozaron las
caras.
Y a su vez sus comales, sus ollas les hablaron así : -- Dolor y
sufrimiento nos causabais. Nuestra boca y nuestras caras estaban tiznadas, siempre
estábamos puestos sobre el fuego y nos quemabais como si no sintiéramos dolor.
Ahora probaréis vosotros, os quemaremos -- dijeron sus ollas, y todos les destrozaron
las caras. Las piedras del hogar que estaban amontonadas, se arrojaron directamente desde el
fuego contra sus cabezas causándoles dolor.16
Desesperados corrían de
un lado para otro; querían subirse sobre las casas y las casas se caían y los
arrojaban al suelo; querían subirse sobre los árboles y los árboles los
lanzaban a lo lejos; querían entrar a las cavernas y las cavernas se cerraban ante
ellos.
Así fue la ruina de los hombres que habían sido creados y
formados, de los hombres hechos para ser destruidos y aniquilados: a todos les fueron
destrozadas las bocas y las caras.
Y dicen que la descendencia de aquellos son los
monos que existen ahora en los bosques; éstos son la muestra de aquellos, porque
sólo de palo fue hecha su carne por el Creador y el Formador.17
Y por esta
razón el mono se parece al hombre, es la muestra de una generación de hombres
creados, de hombres formados que eran solamente muñecos y hechos solamente de
madera.
-----
Notas de Adrián Recinos:
11 El nombre
quiché zibaque se usa corrientemente en Guatemala para designar esta planta de la
familia de las tifáceas, muy usada para la fabricación de esteras llamadas en
el país petates tules.
12 Comalli en lengua mexicana, xot en quiché,
plato grande, semejante a un disco de barro, que se usa para cocer las tortillas de
maíz.
18 Qui caa, en el original, piedra de moler, metate en
México.
14 Los perros cuyas carnes comían aquellos hombres de palo no
eran los que hoy existen en América, sino una variedad que los cronistas
españoles llaman perros mudos, porque no ladraban. Sus aves de corral eran el pavo,
el faisán y la gallina de monte.
15 Estas palabras son únicamente una
imitación del ruido que hace la piedra durante la molienda del maíz.
16
La idea de un diluvio antiguo y la creencia de otro que sería el fin del mundo y
tendría caracteres parecidos al que se describe en este lugar del Popol Vuh,
existía todavía entre los indios de Guatemala en los años subsiguientes
a la conquista española, según se lee en la Apologética Historia (cap. ccxxxv,
p. 620).
17 Según los Anales de Cuauhtitlán, en la cuarta edad de la
tierra "se ahogaron muchas personas y arrojaron a los montes a otras y se convirtieron
en monos". (Traducción de Galicia Chimalpopoca.